La gestión forestal agrupada consiste en crear unidades de gestión forestal de tamaño suficiente que aseguren la viabilidad económica de dicha gestión, mejorando las posibilidades de producción y la competitividad del sector. Las fórmulas de gestión agrupada, entre otras cosas:

• facilitan al propietario la gestión
• mejoran notablemente sus resultados económicos
• permiten una gestión profesionalizada económicamente viable
• permiten diversificar la producción y la generación de valor
• aportan más madera a la sociedad, clave para la bioeconomía
• permiten mejorar la gestión de los valores ambientales
• defienden mejor de los riesgos que afectan a nuestras masas forestales, como enfermedades, plagas e incendios

Podemos considerar que la capacidad de agrupar la gestión en un entorno fuertemente minifundista es una de las claves más importantes para garantizar la gestión forestal y evitar el abandono, quizá el reto clave para el futuro del sector. Por tanto, estos modelos organizativos deberían ser objeto de estrategias de fomento y promoción por parte de las instituciones públicas.